¿Pero qué es exactamente eso del DAFO?

La sigla DAFO proviene de los términos Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades y es un esquema que se realiza para identificar los puntos fuertes y débiles de nuestra empresa, agrupándolos en esos cuatro términos. Las debilidades y fortalezas analizan nuestros defectos y virtudes como empresa y las oportunidades y amenazas hacen referencia a factores ajenos a nosotros, es decir, lo que nos encontramos en el mercado, tanto para bien como para mal.

¿Por qué hacer un análisis DAFO?

Cuando un día de repente descubres que un sentimiento emprendedor se a apoderado de tu ser y por más que intentas acallar esas voces de “estás loco” , “es muy arriesgado” o “este no es un país para emprender” y sólo escuchas aquellas que te alientan a seguir hacia delante, es el momento de tomar cartas en el asunto. Esta herramienta te permite saber por ejemplo cuales son tus puntos fuertes respecto a tu competencia, que tienes tú que no tengan los demás y por tanto porque tendrían que contratar o comprar tu producto frente a los demás. Del mismo modo puedes analizar lo contrario, cuales son tus debilidades, esas cosas que te faltan, que debes mejorar y que la competencia sí tiene y por tanto podrían elegirlos a ellos en vez de a ti.

Hasta aquí habrías analizado la parte humana de tu negocio, marca personal o empresa, los factores internos.

Pero, ¿y lo que no depende de uno directamente?: hablamos de los factores externos. El análisis DAFO también nos ayuda a analizar e investigar que oportunidades nos brinda el mercado. Por ejemplo, que tendencias hay en nuestro sector, que busca nuestro público objetivo, que cosas funcionan y cuales no, así como a conocer cuales son las amenazas que pueden poner en peligro nuestro proyecto, por ejemplo aspectos legislativos, demográficos o políticos.

Una vez realizado el análisis DAFO, obtenemos una serie de datos muy importantes acerca de nuestra empresa, negocio o marca con los que podremos determinar que acciones y estrategias realizar para mejorar nuestro puntos débiles, a como enfrentarnos a las amenazas o como aprovechar las oportunidades que nos brinde el mercado. Con toda esta información podremos determinar si vamos por el buen camino o debemos cambiar el rumbo.

¿Y cómo hago ese tal DAFO?

En primer lugar siendo honestos y críticos con nosotros mismos. La transparencia de lo que somos y de lo que podemos llegar a ser, es fundamental para elaborar este esquema, además de realizar una buena investigación y estudio del mercado para saber que hay allá fuera.

Respecto al análisis interno, es decir, Fortalezas y Debilidades, podemos tener en cuenta por ejemplo, la formación, capacidad de producción, costes, precios, innovación, nuestra imagen, la motivación, recursos, productos, entre otros.

Y respecto al análisis externo, debemos tener en cuenta cual es nuestro público objetivo y sus características, las tendencias del mercado y sus oportunidades, analizar la competencia, y los factores que no dependen directamente de nosotros, como los económicos o políticos.

Para más información puedes consultar el siguiente artículo: “Cómo se hace un análisis DAFO”

Para haceros una idea aquí tenéis un ejemplo: